Se terminaron las fiestas, pasó Navidad y arrancó el 2010, por lo cual Lionel Messi se despidió de su familia, de su Rosario natal y retornó a Barcelona, su segunda casa, para regresar a trabajar con el resto del equipo y volver a poner la mira en la pelota.

Sin Leo, el Barça no pudo pasar del empate 1-1 frente al Villarreal. Igualmente, estuvo presente en el estadio y participó de un pequeño acto en el que exhibieron los seis trofeos acumulados en 2009. Recordemos que Guardiola decidió alargarle las vacaciones al rosarino para que pudiera compartir más tiempo con sus afectos.

La práctica para él fue leve, de recuperación, para empezar la afinación de cara al duelo contra el Sevilla, el martes, por los octavos de la Copa del Rey. Leo está de vuelta y recargado para iniciar este 2010.