El Barcelona no tiene frenos y sí mucha hambre de volver a repetir una temporada gloriosa. Volvió a jugar el fútbol que enamora, goleó al Racing de Santander y Lionel Messi convirtió dos goles nuevamente, de la mano de otra actuación fantástica, como hace un par de días ante el Atlético de Madrid.

Otra vez funcionó la nueva sociedad Messi-Ibrahimovic. El gol de apertura se dio con un centro del rosarino para el cabezazo-brazo del ex Inter. Cayó el primero y la sinfonía se desató. No tardó el mismo Leo en anotar su gol, tras recibir casi en el área y dejar parados a Sepsi y Morris, para terminar definiendo seco al palo derecho de Toño. Piqué cerró con su gol el primer tiempo.

El complemento tuvo lugar para el descuento de los locales y para que, antes de eso, Leo Messi dibujara otro hermoso gol. Un clásico de él: tomó la pelota sobre la derecha, surfeó por todo el borde del área, dejó a cuatro rivales parados y definió con categoría con su zurda mágica. Después de eso, a los 65 minutos, Guardiola lo cambió por Iniesta. El partido ya estaba liquidado y La Pulga venía de jugar el choque completo del sábado.

“Messi cada vez está mejor”, dijo Pep, en la conferencia de prensa. El crack del Barça sumó su quinto gol en la Liga, marcados en los tres partidos consecutivos que jugó.