
No pudo llevarse nada la Selección argentina, pese a que Lionel Messi se había encargado de marcar, de penal, la paridad transitoria 1-1. No pudo ir por más tras el empate y terminó viendo como España se llevó el amistoso y cerró la noche al ritmo de su pegajoso toque. El primer examen después de las Eliminatorias, fue negativo y desnudó que quedan varios aspectos para mejorar de cara al Mundial. Messi transformó con suficiencia y una tranquilidad admirable el lanzamiento desde los once metros, pero no fue suficiente para redondear una gran actuación argentina. Terminó yéndose reemplazado.
Argentina repitió una actuación decepcionante y Leo Messi volvió a tener un encuentro gris, en el que apenas pudo patear y asistir a Di María con un cabezazo que lo dejó delante de Casillas. Poco para lo que Leo sabe hacer. Una vez más, habría que repasar el encuentro y ver por qué el próximo Balón de Oro no puede transportar su dimensión con la camiseta albiceleste. Una vez más, el planteo desordenado y conservador de Maradona los dejó a él y a Higuaín aislados del resto del circuito, encarcelados arriba sin ningún abastecimiento.
Más allá de que Maradona afirmó que Leo jugó maravillosamente, no podemos coincidir. Leo no logró desenvolverse como sabe. Porque Messi no es un jugador acostumbrado a bajar 50 metros, a pescar la pelota en la mitad de la cancha o a realizar un lateral en su propio campo, como pasó contra España. Mientras Messi siga sin recibir una pelota decente en la zona de ataque, seguirá sin poder ser el Messi del Barcelona.