El Barcelona empató en un partido que pudo ganar en su visita al Athletic de Bilbao y perdió la cima del campeonato, pero esa no fue la peor noticia. Lionel Messi se retiró lesionado en el aductor de la pierna izquierda y ya está descartado para el choque vital contra el Inter. Para peor, es muy posible que también se pierda el derby contra el Real Madrid, el sábado que viene. El panorama se oscurece para el equipo de Guardiola.
Ante la ausencia de Ibrahimovic, Guardiola posicionó a Messi como centrodelantero, rodeado por Pedro e Iniesta. Leo tuvo la chance más clara para el Barcelona en la primera etapa, en un mano a mano que no pudo definir de la mejor manera ante Gorka, al que ya había exigido en los primeros minutos del encuentro. Intentó no quedarse quieto por el centro, por eso, luego de escaparse de sus marcadores y de sortear a Gorka, consiguió habilitar con un centro fino a Xavi en lo que casi fue el 1-0.
Dani Alves consiguió poner en ventaja al Barcelona, aunque la ventaja no duró demasiado porque Toquero empardó el marcador. El Barcelona pagó caro no saber liquidar el complicado trámite cuando tuvo la chance. Amorebieta debió ver la roja directa por una patada criminal en la cara de Messi, pero el árbitro ni siquiera lo castigó con una tarjeta amarilla.
Faltando casi 20 minutos, el mismo Messi pidió el cambio y Bojan ingresó en su lugar. Luego se confirmaría la lesión en el aductor, que le cambió el ánimo a Guardiola. Sin Messi, quien jugó un gran primer tiempo y fue el mejor del Barça, el equipo perdió chispa arriba y sufrió su retirada.
Este domingo le realizarán los exámenes para determinar el grado de la lesión y saber si, definitivamente, se perderá el duelo contra el Real Madrid. Contra el Inter, por un cotejo clave por la supervivencia en la Champions League, ya está marginado. “Las sensaciones no son nada buenas”, expresó Guardiola. Malas horas para Lionel.