El Barcelona y el Chelsea finalizaron el partido de ida de la semifinal de la Champions League sin goles en el Camp Nou, dejando el pasaje en suspenso para la vuelta, en Stamford Bridge. No hubo diferencias en el marcador; no las pudo marcar Lionel Messi, constantemente asediado por sus rastreadores personales en el terreno de juego.

El técnico del Chelsea, Guus Hiddink, había anticipado que le prestarían especial vigilancia a Messi y cumplió. Entre Bosingwa, Essien y Malouda le dedicaron una caza continua que nunca le dio espacio a La Pulga, quien no pudo gravitar con fuerza para seguir su racha goleadora en la Champions. No le cometieron faltas, pero, como todo el Chelsea, se dedicaron a proteger muy de cerca su arco.

Una pared interesante con Dani Alves, un tiro libre pasado, un buen pase para Iniesta dentro del área y una volea potente que se fue por arriba de Cech fue lo mejor que realizó el `10´del Barça durante el cerrado choque que propusieron los ingleses. Alex vio la tarjeta amarilla por frenarlo con una falta.

Si bien no hubo triunfo, el Barcelona pudo mantener la valla de Víctor Valdés invicta, lo que le da la chance de clasificarse a la final con cualquier empate con goles que haya en Londres. Un dato alentador, teniendo en cuenta que el equipo de Guardiola rara vez (como hoy) se queda con la pólvora mojada. El próximo miércoles se develará si Leo Messi y compañía llegan a la final de Roma. La mala noticia es que Rafa Márquez se lesionó y se perderá lo que queda de temporada y Puyol vio la segunda amarilla que lo deja afuera de la vuelta.