Extracto de la nota del periodista Pablo Aro Geraldes para el Anuario 2009 de ESPN, sobre el inmenso año en el que Lionel no dejó nada y se llevó todo directo a su vitrina. No tiene desperdicio:
El 27 de mayo, Barcelona y Messi redondearon el mes más exitoso de sus historias. La Orejona, ese reluciente trofeo que premia al vencedor de la Champions, volvió a tener besos argentinos. La copa volvía a la ciudad condal después de tres años y el pibe rosarino se adosaba la chapa de goleador del torneo.
La triple corona fue un fantástico peregrinaje por el fútbol, desde la nada hasta el todo. Empezó en el verano europeo 2008 en ese triste páramo en que se desdibujaban las imágenes de Ronaldinho, Deco y el técnico Rijkaard. Un verano amargo que incluyó el humillante ‘pasillo’ de bienvenida al Real Madrid campeón.
En aquellos doce meses, la magia de Messi contagió motivación a todos. Llegó Pep Guardiola, discípulo del amado Johan Cruyff y garante del cumplimiento del ideal futbolero barcelonista. Mantuvo a Eto’o y sumó con Dani Alves a un jugador doble: el lateral incansable y el extremo hiriente con pies de seda.
En aquellos doce meses, el mundo fue testigo de una página dorada en la historia del fútbol. Belleza con un solo objetivo: el arco rival. Presión en toda la cancha, equilibrio entre líneas, precisión en velocidad… Los catalanes lo eligieron como el mejor Barça de la historia; y aunque vieron nenes como Kubala, Cruyff o Maradona, no exageran.
En este elenco de lujo, el protagonista es un actor casi tan silencioso como virtuoso con la pelota. Un argentino que lleva impreso el código genético de los potreros rosarinos pero se crió lejos de esa picardía criolla que suele malograr a los talentos de estas pampas. Lionel Messi es, hoy, el mejor jugador del mundo. Quizá ya lo era desde hace un par de años, pero para ciertas elecciones hay que cumplir algunos requisitos burocráticos: ganar la Champions League es el más fuerte en los años sin Mundial. Si era el segundo de Cristiano Ronaldo, durante esta temporada lo dejó bien atrás en el camino al premio.
La final romana de la Liga de Campeones tuvo al Barcelona como un clarísimo ganador sobre el Manchester United del portugués. Y en el último encuentro por la liga española, a fines de noviembre, ya con el lusitano vestido con el uniforme del Real Madrid, Messi volvió a salir victorioso.
El Barcelona modelo 2009 es una máquina casi perfecta. Con el doble motor que componen Iniesta y Xavi, la transmisión de Busquets, la seguridad de Piqué (o Piquenbauer, como lo llaman por las Ramblas de Barcelona), la potencia extrema de Puyol, los poderosos reflectores de Ibrahimovic, los detalles de lujo de Dani Alves y una puesta a punto refinadísima a cargo de Guardiola. ¿Quién está en condiciones de pilotear semejante nave? Messi, claro. Él tiene la llave de ignición, sabe cuándo meter los cambios de velocidad, cuándo acelerar y salir disparado. Es un conductor por capacidad superior, un referente, aunque en Argentina lo sigan culpando por no poseer aptitud de liderazgo en el grupo o lo etiqueten como un insensible que esquiva la responsabilidad de tomar el mando cuando la mano viene brava.
Pero las apariencias engañan. Messi podrá no tener pinta de futbolista, pero es el mejor futbolista del mundo. Era el niño que no podía crecer; parece frágil, pero para pararlo no queda más remedio que violar el reglamento, porque la pelota le obedece. Parece serio y hasta desganado, pero cuando es poseído por la magia mutua que se prodigan con el balón, su alma de pibe se divierte como lo hacía en la calle Lavalleja del barrio La Bajada, en un suburbio del sudeste de Rosario. Su DNI dice que tiene 22 años, pero ya hace varias temporadas dejó de ser un juvenil por lo que demuestra en la cancha.
Su silencio lo hace parecer hermético, pero sus botines no saben guardar secretos y le cuentan al planeta entero quién es el mejor de todos. No se animaría a declarar ni media frase explosiva, pero su zurda se aventura a herejías mayores, como imitar el segundo gol de Maradona a los ingleses y hasta un sacrilegio que a él se le perdona, como repetir la Mano de Dios. Con su estatura desafía a las leyes de la física y corona la Champions League con un gol de cabeza ante el gigante Van der Sar que lo coloca en un pedestal que no es para cualquiera: goleador de la Champions League.
Grandes jugadores partieron de Argentina hacia Europa, pero Lío es el primero que gana el Balón de Oro desde que en 1995 dejó de otorgarse exclusivamente a los nacidos en el Viejo Continente. Sin embargo, parece estar en deuda con la camiseta celeste y blanca. “Además de ser, hay que parecer”, sugiere un refrán tan viejo como anónimo. Es que se puede ser el mejor del mundo a los ojos de 199 ducentésimas partes del globo, pero por estos pagos hay que mostrar algo más. Aquí se aman los personajes: Maradona resucitando antes de morir, el Palermo que se reinventa tras cada caída; cuando la capacidad no alcanza para juzgar lo deportivo se festejan las declaraciones, se construyen ídolos desde el micrófono. Y cuando el hombre no actúa de acuerdo a su personaje, se lo desprecia.
Messi no da ese perfil. No quiere darlo. O no sabe. Le escapa al histrionismo, tal vez por su carácter introvertido, quizá por elección. Por eso llamó la atención la potencia con la que gritó el gol que le hizo de penal a España en el último amistoso de la Selección. Claro, nunca se lo verá con el torso desnudo, revoleando la camiseta, insultando al cielo una revancha.
Para muchos, en esta orilla del Río de la Plata eso podrá leerse como falta de compromiso y hasta le adosarán la etiqueta pegajosa de ‘pecho frío’, un concepto que se derrite y hierve cerca del Balón de Oro.
Si Messi es el mejor jugador del mundo, no puede no ser el mejor jugador de Argentina. La lógica presiona, aunque el fútbol muchas veces no la escuche. Diego Maradona no encontró al equipo todavía, pero más allá de sus entusiasmos y amores transitorios con futbolistas que pasan y pasan por la Selección, si hay uno que se banca el peso de ser él ‘y diez más’, ése es Messi.
Sócrates, no el filósofo griego sino aquel exquisito volante central brasileño, hizo el mejor análisis de esa maravillosa Seleção que condujo Telê Santana en el Mundial ‘82: “Jugando así, ¿qué importa si perdemos? Peor para el fútbol”. Con este Barcelona de Messi pasa lo mismo. En las geografías más remotas hay niños vestidos de blaugrana, camisetas que llevan los nombres de esos caballeros que tan bien tratan a la pelota. Quizá esos chiquilines sean incapaces de argumentar por qué aman al rosarino al que imitan en sus picados callejeros, pero seguro que no es porque sea un ganador. Ésa es la consecuencia natural de su juego. Los partidos perfectos del Barcelona 2009 enamoran sin mirar el resultado, el fútbol que regala se graba en la memoria, pero más en el corazón.
1EL Loko de Palermo
06/04/2010 08:53 amSos la mentira mas grande del futbol mundial, deja de agrandarte pulguita, tas a años luz del mejor jugador de todos los tiempos si! el maradroga de hoy en dia, a ese lo banco asta en el infierno mismo. Tenes q ser humilde y no un creido, y dona mas guita a la gente q lo necesita por favor, dejate de hinchar.. sos un pecho frio awante charly tevez!
2Gabriela
06/04/2010 05:39 pmu.u.u.u.u cuando viste q se agrando???
Lionel es la persona mas buena,humilde y solidaria q puede haber en el planeta!!!
jjajja…me da gracia como hablan sin saber!!!
porq para tu informacion Lionel la plata q tiene el la dona!!!!
el siii es gente buena..
y t crees q Tevez no es agrandado??? como me haces reir….Tevez es el agrandado q no se te cambien los nombres si? primero fijate q es lo q hizo Lionel!!!
3اياد ناصيف
08/04/2010 08:27 amها هو ميسي يضع ارسنال بينا الاقدام الدهبة هدا ميسي الدي نعرفه ونشاء الله يفعل هدا بمدريد النادي الملكي ليضع رونالدو وكاكا وكاسياس بين الاقدام الدهبية
4اياد ناصيف
08/04/2010 08:31 amانتا يا ميسي نريدك ان تدهب لسنتياغو برنابيو لتجلب لبرشلونة الثلات نقاط والفوز معك وادا بقية هاقدا نجوم البرقرانا زتفوزون ونفوز معكم بدور ابطال اوروبا والدوري الاسباني
5اياد ناصيف
08/04/2010 08:34 amيا ميسي نحن نعرف بانة لاعب عنيدن سيضع عينية عليك وهو لاعب الريال اربيلوى نريدك ان تضع هادا الاعب بينة اقدام الدهبية
6اياد ناصيف
08/04/2010 08:38 amيا ميسي نحني نتك بقه كل التقه لاكن لا تاغزنا سنشجع اسبانيا بكاس العالم ولاكن سنشجع الارجنتين من اجلك يا لونيل ميسي
7Argento
09/04/2010 12:07 amTevez no es ningún agrandado Gabriela, el es un jugador bien de barrio, de abajo (de potrero como decimos acá). Tevez ganó todo con Boca, fue a Brasil, salió campeón. Despúes fué a Inglaterra, salvó un equipo del descenso (West Ham) y al año siguiente ya estaba ganando la premier y la champions con el manchester….y por sobre todas las cosas PONE GANAS Y TRANSPIRA LA CAMISETA por eso la gente lo banca, no como este pibito que es un pecho frío.
8Gabriela
09/04/2010 11:45 amu.u
para mi punto de vista es un poco agrandado….y no digo q no gano nada porq sii gano y mucho y se merece estar en el lugar q tiene y mucho mas…pero Leo es un ejemplo de humilada y me jode q hablen q es una mentira del futbol..y q digan q tiene q ser mas humilde :O
ay se pasaron porq es un ejemlo de y no es un creido para nada eso es lo q me enferma q se hablen cosas tan estupidas!!!
q primero se fijen bien antes de hablar pavadas..
VAMOS BARSA!!!
VAMOS LEO(l)
9Federico
10/04/2010 03:58 amLeo segui como estas, sos un profesional de pies a cabeza no un imbecil que se hace expulsar de partidos para no tener que jugar (tevez). Lamentablemente la seleccion tiene jugadores que no les importa nada la gloria y un director tecnico que no tiene credenciales para serlo. Si no ganas este mundial con Argentina seguiras siendo esa persona humilde y trabajadora que venis siendo hasta ahora, continuaras siendo un ejemplo de conducta y respeto, algo que muchos argentinos, por cuestiones de salvajismo y formas de ver la vida los tiene ciegos y mediocres como sociedad. Si se ponen pesados yo que vos renuncio a ser el caudillo de un equipo que representa a un pais desagradecido para con tu persona. Vos no le debes absolutamente nada a nadie, con lo que diste (un sub 20 y oro olimpico) mas que basta. Un abrazo y te deseo lo mejor.