Lionel Messi dio una muestra de sus mejores acciones, jugó su mejor encuentro en lo que va de la era Maradona, eso que tanto le reclamaban, para contribuir en el triunfo del debut en el Mundial de Sudáfrica 2010. Fue un 1-0, con gol de Heinze, que quedó corto y hasta con dosis de sufrimiento por no saber liquidar un encuentro que se presentó accesible. El mismo Leo pudo haber definido el duelo, pero el arquero Enyeama respondió con seguridad.

La Pulga fue la gran usina del seleccionado de Maradona. Generó situaciones por doquier, agrupó marcas, se llevó rivales y siempre, sin una pizca de egoísmo, asistió a sus compañeros. Quizá, hasta le faltó acompañamiento por parte de Tévez e Higuaín. Enorme productividad para provocar faltas y asombrar con esos arrancones que tiene en el Barcelona, pero que poco había podido demostrar con la camiseta albiceleste.

Un primer paso que pudo ser mejor para el equipo, pero que mostró una de las mejores versiones de Leo y se consiguieron los primeros tres puntos del Grupo B.

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