Esta vez no hubo perdón. La Selección argentina no fue indulgente con Corea del Sur y lo aplastó 4-1, con una nueva entrega de un Lionel Messi más que fino para ser el caudal de juego del equipo y participar de los cuatro goles argentinos. Se logró un triunfo trascendental que deja encaminada la clasificación a octavos de final y ratifica que Leo está más que encendido para buscar ganar la Copa del Mundo.
En esta ocasión, la Selección mejoró su rendimiento colectivo y no necesitó en exceso de Leo. Igualmente el crack del Barcelona volvió a demostrar que está enchufado y comprometido -a estas alturas, ya no deberían quedar imbéciles que cuestionen su amor por la camiseta nacional- con la causa que encabeza Maradona. Estuvo preciso para moverse por todo el frente de ataque, como un mediapunta, arrastrar marcajes y habilitar a Tévez, Higuaín, Maxi Rodríguez y Di María.
El gol todavía se le resiste en Sudáfrica, pero su influjo es innegable. Participó en todos los goles. Mandó el centro que terminó rebotando en Chu Young en la apertura del marcador. Jugó corto con Maxi Rodríguez en la falta previa para el 2-0. El arquero y el palo le negaron en la misma jugada su merecido tanto, pero la pelota terminó en los pies de Higuaín para el 3-0. Y en el tanto final empaló una bola sensacional adentro del área que desembocó en el tercer tanto del Pipita.
EN BREVE EL COMPILADO DE LEO VS. COREA DEL SUR. PERDÒN, PERO ESTAMOS CON PROBLEMAS DE CONEXIÓN