El Barcelona sufrió una dura caída en el derby ante el Espanyol, al perder 2 a 1 en el mismo Camp Nou, tras una racha de 27 años ante este clásico rival. Lionel Messi y sus compañeros intentaron remontar el partido, con un jugador menos, pero el cerrojo defensivo contrario fue demasiado grueso para concretar la reacción.
El argentino trató de quebrar el defensivo planteo del Espanyol, pero siempre se encontró con casi tres defensores para pararlo, inclusive si había que bajarlo. Lo más destacado que realizó en la primera parte, fueron dos buenas asistencias que Henry y Xavi no pudieron aprovechar contra el arco de Kameni. En otra perforación al embudo perico, tuvo que definir con la derecha y pegó en el exterior de la red. Pateó un tiro libre que se le fue por arriba de la meta.
Las cosas se complicaron cuando el árbitro Delgado Ferreiro expulsó a Keita, por una entrada dura, pero exagerada, contra Moisés. Apenas emepezó el complemento, De la Peña marcó su primer tanto y, minutos después, amplió la ventaja, tomando ventaja de una pésima salida de Víctor Valdés, y picándosela por encima. Touré descontaría más tarde, pero el equipo dirigido por Pochettino tenía claro su cometido: cerrar todos los espacios y agruparse contra la valla de Kameni para sostener el resultado.
La Pulga chocó mucho con el fondo rival, donde estaba su compatriota Pareja. Jarque vio la amarilla por interrumpir con la mano un autopase de Leo, en una jugada individual, y Kameni detuvo un disparo que el rosarino ejecutó demasiado centrado, sin poder darle mayor dirección.
Una derrota dolorosa porque fue en el derby, se cortó una racha histórica y la ventaja sobre el Real Madrid se redujo a siete puntos. Es la primera vez que el equipo de Guardiola sumó dos choques sin ganar.